En todo el oriente caleño, sobre las montañas infinitas donde pega el sol y en casi los limites de la ciudad, el ciudadano observa con detención unas casas que de lejos se ven como un pesebre.
La realidad tal ves este muy lejos de esta idea, dentro de las ciudades contemporáneas se vive aun un fenómeno que desde el pasado nos acecha, dos grupos viven en enfrenamiento y es ahí donde podemos unir a dos personajes, a dos escritores y analistas de la sociedad, Jose Luis Romero y Norbert Elias se unen para explicar una realidad muy próxima. En nuestras ciudades siempre ha existido la mal llamada “lucha de clases” donde un grupo de establecidos, con una historia y unas normas en común, se ven apretados en un estructura social por unos recién llegados o marginados, que nada tienen que ver con su identidad y su ciudad.
El fenómeno de la masificación no solo se da ahora con el hombre contemporáneo, alguna ves en el colegio leí un ensayo sobre la revolución industrial y ahora la recuerdo como claro ejemplo de que este fenómeno es pasado, hace muchísimo tiempo, cuando los señores feudales regían el destino de todos los campesinos en Inglaterra, la revolución agraria llego como una avalancha a cambiarlo todo. De repente la demanda de lana desmovilizo a la gente de sus tierras en el campo y la nuevas clase Burguesa surgió, los terratenientes y los dueños de fabricas eran ahora los dueños y señores de todo cuanto existía, y la clase proletariada, en donde los campesinos y asalariados vieron a la ciudad como una oportunidad mas para subsistir.
La industrialización se daba pues en las grandes ciudades y la oferta de trabajo era cada ves mas grande, la maquina fue el gran factor del cambio, y con ella cambio también la institución y estructura social que antes había, ahora se protagonizaba la lucha entre dos grupos la burguesía y el proletariado.
Pero como era de esperarse, el trabajo empezó a escasear y surgieron masas excluidas, nacieron los mendigos, y con los asalariados surgieron los sindicatos, las condiciones de trabajos y poco a poco el mundo que el hombre conocía fue cambiando.
Alguna ves un sabio dijo que se necesitaba de una
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